La ciudad de Santiago está ubicada en la zona central de Chile, en donde predomina el clima mediterráneo, que se caracteriza por tener las estaciones del año muy marcadas, con cálidos y secos veranos, y fríos inviernos.
Por eso, recomendamos que, si vas a viajar en el invierno, debes traer ropa abrigada, ya que las temperaturas en las mañanas y en las noches no suelen superar a los 8ºC, especialmente en los meses de junio, julio y agosto, bajando a veces hasta los -2ºC en las mañanas. Si quieres visitar la cordillera, asegúrate de llevar ropa impermeable, parka y protección para la cabeza y orejas ya que a veces la temperatura baja de los 0ºC, y suele correr viento.
Por lo general, las lluvias en un año no superan los 300 ml, por lo que no es un tema de especial cuidado debido a que no son muy prolongadas ni fuertes. En esta época, el sol sale cerca de las 07:30 horas y se esconde pasadas las 17:30 horas, para oscurecer pasadas las 18:00.
Para combatir el frío, es común que los santiaguinos disfruten de uno de los muchos cafés que hay por todas partes o que coman unas típicas sopaipillas, que puedes encontrar en lugares de comida tradicional o puestos callejeros.