En octubre del año 2016 se inauguró el que es hasta hoy el primer templo Bahá’í de Sudamérica. Su característica forma de flor es apreciable desde varios puntos de Santiago, ya que se ubica en la precordillera, en la comuna de Peñalolén. Con sus 30 metros de alto y 30 de diámetro, está revestida en el exterior por vidrio fundido transparente y, en el interior, por más de 400 toneladas de mármol traídas desde Portugal.
A su llamativa forma se suma el delicado trabajo paisajista del parque que lo cobija, que ocupa casi 11 hectáreas. Sus fuentes de agua y la majestuosa vista a la ciudad que se logra desde lo alto crean una sensación de mucha paz interior, justo lo que se buscaba lograr.
El templo, según la comunidad Bahá’í, es un lugar que promueve el encuentro entre las religiones, que sirve como espacio de oración y reflexión, y en donde no están permitidos los rituales o ceremonias.
Puede ser visitado de martes a domingo de 09:00 a 19:00 hrs. sin reserva previa. Los días lunes y algunos feriados (irrenunciables) permanece cerrado.