La Plaza de Armas de Santiago marca el punto inicial desde el cual se miden las distancias en el país (km 0) y ha sido el corazón de la ciudad prácticamente desde su fundación. En lo que originalmente era un camino inca, y luego un campo de entrenamiento militar (de allí su nombre) se comenzó a organizar la ciudad, que en cuadrantes erigió alrededor de este espacio los edificios más representativos de la colonia, y que se convirtió en poco tiempo en el principal paseo y lugar de comercio, de hecho en este lugar estuvo el mercado de abastos hasta entrado el siglo XIX.
En lo que es hoy su cara norte estaba la sede y residencia de Gobierno (hoy el Correo Central), la Real Audiencia (Museo Histórico Nacional) y la cárcel colonial, que se convertiría luego en sede del Cabildo y posteriormente de la Municipalidad de Santiago.
Además de los edificios antes mencionados, ahí se encuentra la Catedral Metropolitana, el Palacio Arzobispal, y por las caras sur y oriente, el Portal Fernández Concha y la Galería Phillips, destinados tradicionalmente al comercio.
En este lugar convive una gran variedad de oficios y artes callejeros, como la pintura, espectáculos humorísticos, dibujo, hay espacio para la música, se pueden observar varias esculturas y estatuas históricas, hay mesas de ajedrez y una gran variedad de gente venida de todos lados del mundo que visitan este histórico lugar.
La Plaza de Armas es además el lugar de reunión de muchos inmigrantes que han poblado las calles de Santiago en los últimos años y que se juntan aquí a conversar y a comer en los restaurantes de comida típica de sus países de origen que se han instalado en las calles cercanas.