En la cercana localidad de Pirque, famosa por sus centenarios viñedos, se encuentra este palacio de estilo renacentista francés que data del año 1907.
Éste sirvió como residencia de Don Francisco Subercaseaux, quién heredó las tierras de su padre. La casona fue utilizada como residencia y espacio de eventos familiares, hasta que luego de sucesivos traspasos como herencia y ventas, y ya encontrándose prácticamente en ruinas producto del paso de los años y los terremotos que tuvo que resistir, fue adquirida por el empresario argentino Wenceslao Casares, que tuvo la visión de refaccionar y restaurar la construcción para convertirla en un conocido centro de convenciones, con restaurante y hotel.
El lugar consta de 20 habitaciones, 10 baños y subterráneo, además de un parque de 7,5 hectáreas.
Visitarlo es una alternativa para descansar o almorzar mientras se realiza una visita a las numerosas viñas que rodean el sector, además de admirar esta centenaria construcción que nos remonta a una época llena de estilo y elegancia.