Una de las características del centro de Santiago que a veces pasa inadvertida para los turistas es la gran cantidad de galerías que conectan distintas calles del centro de Santiago, pasajes que están llenos de locales comerciales que venden los más diversos productos, donde hay restaurantes, pequeños cafés y donde se ofrecen distintos servicios.
A comienzos del siglo XX se comenzaron a construir estas galerías influenciadas por urbanista Karl Brunner, quién realizó un plan para el Centro Cívico de Santiago y su conexión por medio de pasajes con el área fundacional de la ciudad. Éstas ideas traídas de Europa son las que impulsaron la construcción de estos espacios que sirven de atajo entre calles y en los que los peatones pueden protegerse del calor veraniego y del frío invernal.
En total son más de 60 galerías y espacios que se abren paso por las calles del centro, destacando el Pasaje Matte, la Galería Edwards, Galerías Imperio, la Galería Crillón y el Paseo San Agustín, la mayoría presentes en el cuadrante de las calles San Antonio, Santo Domingo, Bandera y Moneda.